Clasificando a los jugadores (el figurante)

Al igual que en cada clase del colegio había un listo, un chulo, un tonto y un largo etcétera de calificativos, en las mesas de rol también los hay (distintos claro), y con esta serie de entradas descubrirás cuales son los más habituales.

Un figurante más...

He decidido empezar hablando sobre la figura del "figurante" en la mesa porque me ha gustado el juego de palabras.



El figurante es aquel que no habla, el que está por estar, el amigo de un amigo, o peor todavía, el amigo de un amigo de un amigo, o peor aun, el amigo de..., podría seguir en un bucle infinito (se nota que soy informático).



Pero entonces, si no habla, si no juega, si sólo tira los dados, si sólo asiente con la cabeza y come patatas mientras escucha música, entonces... entonces... ¿Por qué demonios viene a jugar a rol?

Sin comentarios.

Seguramente para responder a esa pregunta necesitemos como mínimo contar con la carrera de psicólogo, pero como no es así voy a pasar directamente a otro tema más importante.

¿Por qué aceptamos figurantes en nuestro grupo de rol?

Seguramente la respuesta más habitual a esta pregunta sea la de "somos pocos y necesitamos a cualquiera", bien, se puede entender, pero si lo piensas detenidamente... ¿ese figurante aporta más de lo que consume?

Y ahora no me refiero a las patatas, me refiero al espíritu del rol, ese figurante en la mesa no hace otra cosa más que despistar a todos y destruir el ambiente que tanto le cuesta moldear al director de juego (aparte de consumir más y más patatas).

Otra posible respuesta podría ser la siguiente "ahora es así, pero seguro que con el tiempo se convierte en todo un jugador", ¿todo un jugador?



Otra pregunta complicada, la dejaré pasar una vez más. Bueno, quizás si que se consiga hacer cambiar a un figurante..., pero quizás no, y por desgracia el no suele ser más habitual al si. La razón creo que es bastante obvia, un figurante no pone esfuerzo en mejorar, en interpretar, en aprender, si tan si quiera se compra unos dados, ¿cómo demonios va a convertirse en un buen jugador?

Posibles soluciones

Es difícil pensar en soluciones para este tema, en realidad las soluciones son excesivamente claras e inútiles, no existe ninguna que beneficie en todos los sentidos a un grupo de rol.

Una solución muy rápida sería la de acabar con los figurantes de nuestra mesa, es tan fácil como decirles que no vuelvan más. Pero claro, si el grupo es de cuatro jugadores... (o de tres) esta solución no vale.

Otra posibilidad sería la de aguantar al figurante en el grupo pero intentar cambiarlo dándole protagonismo en las partidas, obligándole a comprarse unos dados, en definitiva haciendo que ese jugador deje de ser un figurante a la fuerza (sin llegar a los golpes claro). Pero esta solución puede llegar a ser eterna y a la vez tan cansada que puede llegar a desesperar al grupo y acabar con este.

Y el resto de soluciones espero que las aporten los comentaristas de la entrada, porque ahora mismo no se me ocurre ninguna sensata.

En la próxima entrada analizaré otro tipo de jugador habitual en nuestras mesas de juego.